Las zarzas (Rubus sp) son, muy probablemente, las plantas mas odiadas de nuestros campos. Sin embargo, son plantas extremadamente generosas con todas las formas de vida:
-Sus incontables flores brotan en pleno verano, cuando la mayor parte de las flores ya se han secado, de tal modo que son indispensables para la alimentación y supervivencia de los polinizadores, que son los mismos que polinizan nuestros cultivos.
– Sus frutos maduran al final del verano y son indispensables para la fauna en una época de gran escasez de alimentos, incluyendo a las aves migratorias que necesitan sus azúcares para guardar reservas para sus viajes colosales.
-Su maraña de ramas y hojas conserva la humedad del suelo, prolongando la vida de los pastos que nutren a herbívoros silvestres y domésticos.Esta misma maraña sirve de eficaz protección frente a las avenidas de agua y para evitar la pérdida de suelo fértil.Nuevamente, esta maraña reduce la velocidad del viento y la perdida de humedad de las formaciones vegetales y del suelo de las inmediaciones, prolongando su vida y aumentando los servicios que prestan.
– Sus hojas, siempre verdes, son un alimento fundamental para los herbívoros durante los secos veranos mediterráneos.-Sus espinas ofrecen el mejor refugio para que incontables animales escondan seguras a sus nidos y crias.- Esta misma corona de espinas resulta la mejor protección frente a los herbívoros que buscan comer las nuevas plantas que germinan en su interior. De este modo, crecerán seguras las semillas de todo tipo de árboles y arbustos que, a su vez, nos ofrecerán nuevos frutos, oxígeno, humedad ambiental, medicinas, refugio y alimentos a otros seres vivos, etc.
Aunque puedan picar y no ser las plantas más «atractivas» para la vista, sin ellas los ecosistemas naturales perderían uno de sus pilares más trascendentales en su funcionamiento natural. Respeta a las zarzas, y a todos los arbustos y hierbas espinosas, y ellas se encargarán de cuidar todo el ecosistema.
Tu vida es mucho más sana con ellas.