La capacidad de las aves para prosperar incluso en las más adversas circunstancias es absolutamente asombrosa.
En pleno temporal de nieve, con temperaturas desplomándose por debajo del punto de congelación, con hielo cubriendo hasta el último palmo de suelo, con el viento azotando como un látigo, allí donde parece imposible que un animal pueda sobrevivir, allí nos encontraremos a la más valiente de las avecillas europeas, el acentor alpino.



En Salamanca, resulta relativamente sencillo observarla en la cumbre la Peña de Francia, esos sí, en pleno corazón de la estación de los fríos. No será fácil que la confundas con otras aves. Literalmente, es el único paseriforme que verás en estas soledades. Simplemente, el valiente y ubicuo colirrojo tizón acompañará a este montañero empedernido.

¡Abrígate, y sube a disfrutar de esta ave increíble!